viernes, 16 de julio de 2010

La Nisal-El Cabu-La Mozqueta-Mayau Miguel

Recibiamos en esta ocasión la visita de dos amigos procedentes de fuera de nuestra cuenca, Fernando de Oviedo y Beni de Mieres, asique decidimos realizar una ruta que les hiciese conocer los paisajes de los que solemos disfrutar los habituales del Nalón de forma muy ilustrativa.

Para ello se realizó una ruta de las siguientes características:






Distancia: 30 Km
Dificultad Física: Media
Difilcutad Técnica: Media






Tras encontranos todos en el parque Pinín comenzamos de la mejor forma posible ascendiendo por el bosque de Lada entre un chocante paisaje a escasos metros de carreteras, fábricas y viviendas.





La subida nos sirve como calentamiento, más por sus obstáculos presentes que por la pendiente a superar.


Abandonado el bosque, nos toca ahora ascender hasta La Nisal por estrechos y tomados caminos, que casi hacen agradecer los escasos metros de asfalto que conlleva el recorrido.






Y llegados a La Nisal, deberemos rodar siempre hacia arriba por la explotación a cielo abierto que nos dejará en Domingo Moro para poder acceder al Cabu.







Como es habitual en las subidas por antiguas explotaciones mineras, ni una sombra...





Esta circunstancia, unida a un renquenate estado de salud, hace que en este punto Davo nos abandone con algún mareo.



Y llegados al Cabu, alguno hace su particular homenaje al monumento a la libertad:



Ahora, casi adentrados ya en el cordal de Urbiés, continuamos subiendo a la espera de alcanzar la campa les abeyes y el alto de la mozqueta.








Como premio a nuestro esfuerzo alcanzamos una vista y unos paisajes preciosos




Y una vez coronado el alto, nos abandonan Juán y Fernando por cuestiones de horario, previa despedida de rigor, momento que aprovechamos Beni y yo para comer algo con la esperanza de recuperar fuerzas para el porteo que nos queda hasta el Mayau.




Alternamos el porteo con bajadas muy entretenidas por sendero






Y alcanzamos el Mayau Miguel, desde donde comenzamos el descenso a la Perayonga y hasta Ciaño por el recorrido de la carrera a pie, cuyos detalles se mostraban en la anterior entrada del blog, y del que en esta ocasión no hay imágenes por el vertiginoso descenso realizado, que no permitía más entretenimientos que algún trago de agua.



Resultado, una mañana más que entretenida, algún arañazo en los brazos y una sonrisa de oreja a oreja que durará hasta la próxima salida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario