domingo, 10 de julio de 2011

Aniversario Llangreu BTT

El día amanecia gris. La lluvia caida la tarde anterior había mojado levemente asfalto y tierra y había llenado el foro de mensajes de desanimo. Se había trabajado mucho en la búsqueda de recorrido, la limpieza y acondicionamiento del mismo y en la promoción de la ruta ,y una mañana lluviosa desluciría mucho el evento.






Confiado en que las predicciones que no daban lluvía hasta las 2 de la tarde no hubiesen sido dadas por el meteorólgo de Ferrari, salgo de casa rumbo a la gasolinera de Valnalón. Soy el primero. Ni los nervios de Ra habían conseguido adelantarme. Desayuno mientras por la vidriera del estableciemiento veo llegar Bikers rodando o en coche, provenientes de Mieres, Oviedo, Pola de Siero, la Cuenca al completo...No se había rajado ninguno de los casi cuarenta apuntados y además había venido alguno de propina.




Mientras esperamos a completar el grupo el ambiente ya es sensacional. La gente comenta la bicicleta del prógimo, se presenta a los no conocidos, bromean con los más "rodadores"...La mala suerte que esta semana acompañó a Jose Miguel le había impedido rodar la ruta, pero no venir a saludarnos y pasar envidia antes de salir.Ya estamos todos. Un pequeño briefing inicial con alguna indicación de seguridad y al toro.


No habiamos recorrido ni 500 metros cuando Ra ya prueba los walkis preguntandome que por donde va el grupo que cierro.Imagino que la subida tendida por asfalto que nos separa de coger el primer sendero calmaría algo sus nervios. En las inmediaciones de Formiguera tomamos un sendero estrecho que alterna la subida con el llaneo y no lo abandonamos hasta Riparape, donde abunda más lo primero.

La estrechez del camino había estirado a un grupo que vuelve a unirse en búsqueda de Pajomal. Se empieza a oir eso de "sillines abajo" ante el inminente debút de la primera zona Ra: la bajada de Pedrazos.






Cuarenta bicis descienden esquivando las abundantes piedras y raices en un eslalón que hace afrontar el cercano porteo con buena cara. El abundante barro arcilloso unido al desnivel de la zona dificultan la subida. Cerca de Cuetos y al inicio de La Cabaña llega el premio, segundo sendero de Ra. Abunda más la piedra y se oye algún grito de disfrute entre el sonido de frenadas.






Alcanzamos Ronderina con el grupo algo estirado, y las paradas a coger agua y a arreglar el cambio que un "palin" me había roto no colabora a solucionarlo, asique cuando llegamos a les escueles de Pajomal no hay atasco en la bajada que nos lleva al Molinucu.






Llego en solitario a la entrada del descenso, pero espero a que llegue un grupín de cinco o seis persones para poder vivir en primera persona lo que les parece el estreno. Gritos de júbilo, alguna caida y repetición de algún tramo es lo que puedo ver en aquel bosque de entretenida pendiente y curvas rápidas y lentas.












Cuando llegamos al poligono de La Moral se escuhan las primeras felicitaciones a los descubirdores del itinerario porque la ruta no está defrudando.






Vamos subiendo hasta Pando donde nos juntaremos a el grupo adelantado que ya ha hecho el bucle de les pisicines, repitiendolo en el caso de algunos y continuando hacia la Venta L'aire en el caso de otros.





Grupo estirado otra vez en el paso por el circuito de motos que hace que se comience el descenso por Penyamo Enudureru sin aglomeraciones. De nuevo opto por la estrategia de conocer de primera mano las impresiones de los foráneos esperando a un grupo de ellos y acompañandolos en el descenso. En plena bajada se oiian ya frases como "¡Viste que peralte" o "¡Vaya cortao!¿Bajastelu?".











Para cuando afronto la parte más entretenida que coincide con el final de la bajada ya sube portando tanta gente como baja. La gente tiene ganas de más. Abajo, el grupo entero miran con envidia a los que repiten bajada...miradas que se cruzan...primeras preguntas de "¿Cuanto tardamos en volver a subir?"..."Bueno, si cogemos esti camín de ahí no mucho".





Está decidido, se repite Penyamo Endureru. Para mí el mejor momento del día. Grupo unido, subiendo con caras de felicidad (paradójico) que hacen sospechar que la ruta ha gustado. Se repiten las sensaciones de la primera pasada y ya solo nos queda volver al punto de partida.










Es día de mercau en La Felguera y son muchos los viandantes que se preguntan qué envento habrá para que tanto ciclista circule por La Felguera. Damos un poco de guerra otra vez a la moza del chigre de la gasolinera con cuarenta cerveces con gaseosa y damos la ruta por concluida...








...la ruta, que no el día. Una ducha y a comer a Sama. Buen menú y mejor compañía preceden a una visita a los chigres de la zona con etíliques consecuencies, y pa la cama a soñar con que el añu que vien salga todo la mitad de bien que este.










Para el que quiera reptir/probar:




















(Como siempre, se añadirá material audiovisula según se vaya disponiendo de él)

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