Aprovechando el día festivo tratamos de juntarnos un buen grupín con intención de pasar una mañana agradable, que meteorológicamente apuntaba a lo contrario.
Nos juntamos en Barredos Jesús y Mariano (Xente les Kuenkes), Rober e Iván (Caleyando pel Nalón) y los llangreanos LuisMa, Juán y Chechu, más un servidor (caleyeru-llangreanu).
Ya durante el cafetín y observando como está el día, sumado a que en los dos días anteriores había llovido lo que no está escrito, decidimos afrontar la primera parte de la subida por la carretera de Tiraña hasta La Zorea en lugar de hacerlo por el embarradísimo Sayeo.
De allí tomamos la pista que sube a la campa los Navalinos, primer escoyo de gran dureza que encontramos en el día. En este punto, un problema en la cadena hace a LuisMa tener que abandonar. Lo mismito me pasó por el verano en un punto similar intentando esta misma ruta.
Con mucho esfuerzo coronamos la campa y con el día ya despejado observamos lo ascendido ya por el valle de Tiraña. En este punto enlazamos con la subida por Sayeo y en subida tendida por camín nos plantamos en La Sartera.
En dirección a la Rebollá alternando hormigón y tierra, no encontramos grandes desniveles, lo que nos permite ir en grupo charrando distendidamente.
Al llegar al fayeu que nos separa de Fresneo tenemos una de cal y otra de arena: el paisaje de semejante bosque de fayes en otoño y el aumento considerable de la pendiente que tenemos que superar.
Una paradina a comer un poco (conociendo los que aún queda por subir), algún retoque mecánico y a seguir ascendiendo, ahora por Campa Freseno en dirección Cayacente
En este punto, digno de almacenar audiovisualmente, Juán obtiene las siguientes imágenes:
Y entre la cada vez más densa niebla, afrontamos la parte más dura del día con la subida por Cayacente hasta la antena, pista de piedra muy rota que se hace interminable. Y al fin coronamos los más de 1200 m de altitud a los que se encuentra la antena. Ahora cambio de ropa, protecciones y todo pa abajo...
Con el tiempo encima ya, acortamos la bajada que teníamos preparada como guinda final en Los Veneros, pensando ya en sí hacerla cuando repitamos una ruta que merece más compañía y mejor tiempo.
a ver cuando faes una ruta por el Sellón y la cuelgas por aquí...
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